Al relleno sanitario La Pradera, ubicado en Donmatías, a 57 kilómetros de Medellín, entran todos los días más de 1.900 toneladas de residuos sólidos provenientes de la ciudad.

El 14.7 por ciento de las basuras inorgánicos son recicladas, pero de los orgánicos no hay cifras.

La problemática, según Luis Aníbal Sepúlveda, ingeniero y especialista en el tema, es que la administración municipal atiende las necesidades de la ciudad en cuanto al reciclaje de materiales reutilizables, pero las políticas nacionales y municipales no han puesto los ojos en el aprovechamiento de residuos orgánicos.

“La logística que exige la separación y recolección de orgánicos es muy delicada, difícil, y debido a que no hay metas y estrategias de la Alcaldía para aumentar el aprovechamiento en zona urbana, no existe un control sobre los mismos”, dijo Sepúlveda.

Sin embargo, aseguró el experto, sí hay programas educativos y pedagógicos aislados para incentivar al reciclaje en empresas, organizaciones, conjuntos residenciales, edificios, instituciones educativas, batallones y granjas o fincas.

Uno de estos es promovido por Área Metropolitana del Valle de Aburrá, que pretende disminuir la cantidad de residuos o desperdicios orgánicos, obtener fertilizante ecológico y evitar la contaminación del agua, la tierra y otros seres vivos.

El Área presta servicio técnico y de asesoría. Los funcionarios van a los conjuntos residenciales y a las empresas y enseñan cómo separar residuos desde la fuente, explican qué materiales pueden ser utilizados y, de igual forma, ayudan a instalar el sistema de compostaje (para transformarlos residuos en fertilizantes).

“En el momento estamos haciendo seguimiento a los procesos que vienen desde el 2010 y ya tenemos 410 puntos funcionando en el valle de Aburrá.  Está implementando el uso de sistemas para ver si están realizando la práctica de manera adecuada, y cuantificando el abono sacado”, dijo Diana Hoyos, del Área Metropolitana.

Para Sepúlveda, proyectos como este, además de no causar detrimento en el medio ambiente, son mucho más económicos que construir grandes rellenos sanitarios como el de La Pradera. Además, señaló el experto, por tener un alto grado de acercamiento a la comunidad, permite que jóvenes y niños se concientizaran de la necesidad de darle uso a las basuras.

“Si suma costos de recolección, transporte, tratamiento de lixiviados, contaminación de aguas subterráneas, proliferación de vectores y riesgos en salud pública, sale mucho más costoso. Además de la producción de gases invernadero, gas metano y malos olores”, dijo Sepúlveda.

La comunidad propone

Otro proyecto que se viene gestando desde la Administración municipal para darle un uso a las basuras orgánicas es promovido por la Secretaría de Medio Ambiente en cuatro corregimientos de Medellín.

Allí, han convocado a 400 líderes, familias y propietarios de fincas para que recolecten los residuos orgánicos e inorgánicos. Muchos de ellos han creado sistemas de compostaje, y otros llevan sus residuos a cooperativas o puntos de reciclaje comunitarios.

“En Medellín no hay la capacidad de que un operador pueda acceder a esos desechos, tendría que cambiar todo el sistema de recolección, que en la ciudad es desbordante. Mientras que en los corregimientos sí lo hemos logrado”, dijo Santiago Sepúlveda, de la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín.

Para él, hace falta presupuesto y voluntad política que permita la ejecución de estos proyectos en la ciudad. La no utilización de estos residuos, agrega, causa un pasivo ambiental, tal como sucede en rellenos sanitarios, espacios que quedan sin poder ser utilizados después de su clausura.

PAOLA MORALES ESCOBAR
EL TIEMPO
MEDELLÍN

Origen: Residuos se desaprovechan en los barrios de Medellín – Medellín – ELTIEMPO.COM