Desafiando frío, cansancio y pinchazos, seis jóvenes se fueron pedaleando hasta Tunja para recolectar y reparar bicicletas que tenían como destino una fundación de la que hacen parte niños, jóvenes y adultos.
Según ellos, el objetivo de esta aventura que emprendieron es mostrar que cualquiera puede darles felicidad a otras personas y puede llegar en una bicicleta a donde quiera, sin gastar dinero.
“En algún momento tuve la oportunidad de ir a Tunja, pero cuando iba llegando a Sogamoso vi a los niños saliendo del colegio a pie, y vi que el camino era largo. Hay gente que se queda sin estudiar porque no tiene cómo ir al colegio, entonces pensé que a ellos les serviría mucho una bici”, cuenta Juan Sebastián Bejarano, uno de los líderes de la iniciativa.
Desde ese momento empezó todo. Este grupo de hombres creó Biciclaje, el cual consiste en reciclar bicis, restaurarlas y entregarlas gratis.
Pero lo que no sabían es que la labor que estaban realizando iba a llegar hasta Tunja, pues una fundación que apoya el reciclaje se contactó con ellos para que pusieran a rodar a trabajadores, campesinos y estudiantes que necesitaban acceso a la ciudad.
Sin pensarlo dos veces, se montaron en este medio de transporte y se dirigieron hasta ese lugar. En compañía de la fundación, hicieron campañas para que los boyacenses dieran sus bicicletas que tenían guardadas, y algunas en mal estado, para arreglarlas. La fundación se encargó de recoger 17 ciclas oxidadas, torcidas y sin llantas para volverles a darles vida y color.
Alejandro, otro de los integrantes del equipo, afirmó que “la bicicleta es opción de libertad para ir del punto A al punto B sin gastar, sin contaminar y sí mejorando la salud. Lo que queríamos demostrar era que no hay que pagar por un triciclo de estos, que con la ayuda de nosotros y de la fundación son gratis”.
Alejandro, que pensó que no lo iban a lograr, ya que además de ser un reto personal ninguno tenía preparación para esta travesía, asegura que con lo único con que contaban era con las ganas de demostrar que apoyar un proyecto de estos tiene una razón, y la razón es la libertad de moverse donde se quiera.
Luego de varios días de trabajo, la entrega se realizó el pasado sábado, de 10 de la mañana a 12 del mediodía.
Ahora, 17 personas de esta región recibieron un vehículo que les ahorrará dinero y tiempo en llegar a sus lugares de trabajo o estudio, pues desde zonas rurales deben trasladarse al centro de la ciudad.
BOGOTÁ
Origen: Biciclaje / El rincón de la bici – Bogotá – ELTIEMPO.COM